Después de sufrir la semana pasada un mal trago al romperse mi iphone, hoy he descubierto que Apple no tiene nada que ver con otros. Y digo esto porque su trato y la calidad postventa que ofrecen es digno de elogio.
En este mismo blog he puesto a parir a otros fabricantes por su pésimo servicio postventa y su nefasto trato al cliente. Con Apple me ha sucedido todo lo contrario.
Mi iphone comenzó a funcionar mal, la pantalla táctil dejo de funcionar parcialmente. Llame al servicio técnico e hicimos unas pruebas conjuntas, pudiendo observar que el problema persistía. Tenía toda la pinta de ser un problema hardware.
Finalmente, mandaron a UPS a recoger mi iphone. Vinieron un Martes a primera hora a recogerlo (aún estaba en pijama). Apple me mandó un mail con un enlace para hacer el seguimiento del envío por la Web. También me mandaron otro enlace para seguir la avería del equipo y su resolución. En todo momento supe dónde estaba mi móvil y qué le sucedía.
El caso es que el Jueves (hoy) llegó a primera hora de la mañana (esta vez no me pilló en pijama) un envío de UPS para mí. Era un nuevo iphone. El antigüo se quedó en Holanda (eso decía la Web de UPS). Sólo estuve dos días sin móvil y ahora tengo uno nuevo.
Moraleja: Lo caro al final siempre es barato. Estoy seguro que con otra marca no hubiera tenido este trato. Siempre que pueda, compraré Apple. Ojalá todo el mundo tuviera este trato tan exquisito, a mí no me importa pagar más a cambio de estar tranquilo.
