Después de mis pequeñas vacaciones en un pequeño pueblo de Asturias, me he dado cuenta de lo difícil que es acceder a las nuevas tecnologías en los pequeños pueblos de España.
A pesar de haberme llevado una llave 3G, la conexión era más que pésima. Aunque supuestamente me estaba conectando con tecnología GPRS, ya que eso del 3G aún no ha llegado a la mitad de España, la conexión nunca superaba los 2KB/s. En los tiempos en los que me conectaba a Internet con mi primer módem de 14.400bps, iba muchísimo más rápido. Y estoy hablando del año 1998, con la conexión que Telefónica prestaba con el servicio de InfoVía.
Todo esto quiere decir que estos pequeños pueblos de España, llevan un retraso tecnológico de más de 10 años. Y aumentando. Y no quiero entrar a hablar del supuesto apagón analógico de Abril de 2010, ya que también me llevé un deco de TDT y el resultado fue que aún no existe cobertura en ese lugar.
Tecnológicamente lamentable.

A pesar de haberme llevado una llave 3G, la conexión era más que pésima. Aunque supuestamente me estaba conectando con tecnología GPRS, ya que eso del 3G aún no ha llegado a la mitad de España, la conexión nunca superaba los 2KB/s. En los tiempos en los que me conectaba a Internet con mi primer módem de 14.400bps, iba muchísimo más rápido. Y estoy hablando del año 1998, con la conexión que Telefónica prestaba con el servicio de InfoVía.
Todo esto quiere decir que estos pequeños pueblos de España, llevan un retraso tecnológico de más de 10 años. Y aumentando. Y no quiero entrar a hablar del supuesto apagón analógico de Abril de 2010, ya que también me llevé un deco de TDT y el resultado fue que aún no existe cobertura en ese lugar.
Tecnológicamente lamentable.